martes, 14 de julio de 2015

"El optimista ve de la rosa, la rosa; el pesimista, la espina" (Kahlil Gibran)

     Mucha gente piensa que el optimismo es algo innato, algo que se tiene o no se tiene. Yo creo que en parte afecta la naturaleza de cada uno, pero que todo se puede trabajar y conseguir. Las diferencias entre un optimista,  un realista y un pesimista parecen antagonistas, pero nada más lejos de la realidad: sólo se diferencia en la dirección de la potenciación de las cosas. Es decir, que ante una misma situación, el optimista va a potenciar las cosas buenas que puede haber (o no) o que se pueden crear; el pesimista va a hacer el mismo ejercicio, pero focalizando en otros aspectos; y el realista es el realmente diferente, ya que no potencia nada, sólo analiza la situación en perspectiva. Se dice que la gente pesimista es en realidad realista(valga la redundancia), pero no tiene nada que ver. ¿Qué es lo mejor para una persona? Pienso que el optimismo mueve el mundo. Creo que es imposible avanzar sin él. El optimismo es una forma de llamar a la suerte. No creo en la suerte como azar, pero sí creo en los que luchan por las cosas porque creen en ellas. El optimismo te lleva a la confianza y al trabajo, te ilumina los horizontes, te acerca las metas. El poder del pensamiento, del "yo puedo" hace que todos tus sentidos se pongan a trabajar en ello. Este es el secreto de los mayores triunfadores de la historia. Y habrá quien piense que ha habido o hay gente mala, o gente triste que ha triunfado en la vida. A esto quiero decir dos cosas : la primera es que si alguien está triste, no ha triunfado en la vida. 
     La alegría en la vida es el verdadero premio de haber triunfado en la vida. Y en segundo lugar, que no hay que confundir el optimismo con felicidad o bondad. Uno puede ser muy optimista pensando que su empresa se va a comer la de otra persona y le va a hundir la vida a costa de vivir bien y eso no le convierte en bueno.

    Y los habrá, que leyendo estas líneas piensen que el optimismo es vivir engañado, viendo y potenciando las cosas buenas dejando a un lado todas las malas. Pero en esto soy muy claro: eso no es cierto. El optimista valora lo bueno y lo malo, pero confía en que al final las cosas saldrán bien ("al final, todo acaba saliendo bien" es la frase de mi vida).

    Por hoy está bien, dejaremos para más adelante el proceso de transformación hacia el optimismo, lo primero es concienciarse de la importancia de pensar en positivo.

    ¡¡¡Salud y felicidad!!!

¿Una mala racha?

    En la noria de la vida, unas veces estamos abajo y otras arriba. Esto es muy importante, porque si no estuviéramos nunca abajo, no disfrutaríamos verdaderamente de cuando estamos arriba. Pero abajo hay que intentar estar lo menos posible, por eso aquí van unas cuantas sugerencias para levantar el ánimo y comernos el mundo:

  - Hacer deporte; esto es básico. Levanta la moral, sobretodo cuando lo empiezas a hacer como rutina. No sólo es la mejoría física, psicológicamente ayuda a liberar tensión y a sentirse mucho mejor con uno mismo.

  - Quedar con los seres queridos; muchas veces nos autoengañamos pensando que no tenemos tiempo para la familia y amistades. Cuando estás abajo, son los que verdaderamente van a tirar de ti hacia arriba. Hay que cuidar este aspecto siempre, no sólamente en los malos momentos.

  - Sal de casa; no te encierres. Esto es lo peor que puedes hacer. Por muy mal que uno se encuentre, el aire fresco es fundamental, estar con otra gente, ver que hay más vida, más retos que conseguir es básico.

  - Finge una sonrisa; al principio puede sonar un poco lioso pero la verdad es que hay estudios que demuestran que incluso fingiendo aumenta el estado de ánimo (¡recordemos que estamos hablando de fingir sonrisas!). Si sonríes, la gente te va a percibir como alguien más social y amigable.

  - Regálate tiempo para meditar; en estos días estamos tan ocupados que no tenemos ni cinco minutos para nosotros mismos. Después de todo, nosotros somos lo más importante de nuestra vida, así que manos a la obra. Cinco minutos de meditación al día proporciona unos beneficios a corto y largo plazo realmente espectaculares. Planea qué quieres cambiar de tu vida, qué va bien, cómo quieres ser, cuáles son tus metas reales para ser feliz...


    ¡¡¡Salud y felicidad!!!



Empezar el día con buen pie

    Hoy quiero empezar por dar un par de truquitos para empezar el día. Quizás alguno puede sonar a tópico, pero realmente funcionan:

1- Cuando te levantes, lávate la cara, mírate al espejo y sonríe. No sonrías por cumplir, sonríete a ti.

2- Deja una nota alegre en casa, seguro que los demás también empiezan mejor el día.

2- Saluda a todo el mundo que te cruces de camino a tu tarea (trabajo, estudio...) y dedica la mejor de tus sonrisas. Este pequeño gesto animará al resto, iniciando un proceso en cadena.



    ¡¡¡Salud y felicidad!!!



Empezando con OPTIMISMO

                                                         ¡Buenos días amigos!
     Me he propuesto intentar aportar mi granito de arena para hacer del mundo algo un poquito mejor. Tras mucho pensar, me he decidido a abrir este blog para intentar animar a todo el que se pase por aquí, de forma esporádica o de forma asidua. Mi idea es aportar un poquito de alegría a los demás y, a su vez, que todos los que asoméis por aquí aportéis a su vez a los demás. No siempre se puede estar en la cima y, a veces, necesitamos de los demás para volver a subir al carrusel de la noria. Por eso, querría que entre todos nos ayudásemos a ser un poquito más felices. Esto es tan fácil y altruista que probablemente una persona que esté en una punta del mundo pueda alegrar el día, o quizás el momento, a otra de la otra parte del planeta.

    ¡¡¡Salud y felicidad!!!